Se va enredando, enredando…
como
en el muro la hiedra.
Y va
brotando, brotando….
como
el musguito en la piedra;
como
el musguito en la piedra ay sí sí sí…
(Violeta Parra)
Voy a presentar en esta ocasión la variedad vegetal que alberga el viejo muro de un viejo jardín; cerca, muy cerca, no os diré dónde.
(Violeta Parra)
Resulta enternecedor descubrir rincones plenos de
naturalidad en nuestros pueblos y ciudades. Suelen durar mientras pasan
desapercibidos. Son estos escondrijos donde la vida silvestre encuentra refugio:
insectos, caracoles, reptiles…. y plantas.
Voy a presentar en esta ocasión la variedad vegetal que alberga el viejo muro de un viejo jardín; cerca, muy cerca, no os diré dónde.
Aun encontrándonos a finales de mayo, hay especies
de las que sólo se empiezan a ver sus primeras hojas pero, como se ve en la foto, son ya
muchas las que se encuentran en pleno desarrollo y ofrecen una magnífica sensación de conjunto.
Ninguna especie vegetal, salvo los líquenes, puede sobrevivir directamente sobre la roca; en este hábitat las especies se arraigan sobre la escasa materia orgánica que se va depositando o creando en las oquedades e irregularidades que lo permiten. Se trata, en general, de vegetales sencillos como musgos (de los que no trato en esta entrada por absoluto desconocimiento), helechos o plantas vasculares de pequeño tamaño. La fijación es superficial, difícil e insegura; se requiriere una gran especialización y no es posible el desarrollo de grandes vegetales. Algunas de las especies encontradas pertenecen a este tipo de hábitat, otras habrán germinado ahí por azar y serán capaces o no de prosperar.
Empecemos por los helechos:
Asplenium trichomanes (Culantrillo menor)
especie con enorme capacidad de soportar temperaturas extremas; es posible
encontrarlo en grietas y fisuras de rocas, tanto básicas como ácidas, desde el
nivel del mar a la montaña.
Asplenium trichomanes |
Asplenium scolopendrium (Lengua
de ciervo) es un helecho fácilmente identificable ya que sus frondes no están
divididas y subdivididas en segmentos, como los están la casi totalidad de
plantas de este tipo.
Asplenium scolopendrium |
Adiantum capillus-veneris (Culantrillo de pozo) su nombre en latín deriva
de su semejanza con una cabellera. Fue empleado para el cuidado del cabello
según la antigua tradición de que las plantas eran medicinalmente buenas para
las afecciones del órgano al que se semejaban.
Adiantum capillus-veneris |
Polystichum setiferum Detalle de la hoja |
Otras especies también son abundantes::
Parietaria officinalis: se trata de una especie muy habitual en este tipo de hábitat. Pertenece a la familia de las ortigas. Lo de officinalis tiene que ver con un tradicional uso medicinal.
Parietaria officinalis |
Cymbalaria muralis: tiene un método de
propagación poco habitual a través de fototropismo que es una respuesta vegetal
al estímulo luminoso. Inicialmente, en fototropismo positivo, el tallo floral
se direcciona hacia la luz pero tras la fertilización se aleja de la luz, en fototropismo
negativo, para que las semillas caigan en una grieta de la pared o roca en
donde germina.
Tallo floral buscando la luz |
Cymbalaria muralis |
También encontramos:
Oxalis corniculata |
Bromus diandrus |
Sonchus olereceus |
Cardamine sp. |
Acer negundo, un pequeño arce |
Y además, comenzando a crecer, Lonicera japónica (madreselva originaria del este de Asia), Picris hieracioides, Vinca sp., Conyza sp., Euphorbia peplus, Veronica sp., la zarzamora,..
Es cuestión de gustos la preferencia por este aparente desorden o la organización de un jardín tradicional, pero es incuestionable que en un espacio así respetado, en su libre y espontánea naturalidad, prospera una mayor biodiversidad.
Zorzal comiendo un caracol |
Texto: Begoña Zorrakin (correcciones Javi Balentzia)
Fotos: Begoña Zorrakin
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