sábado, 9 de enero de 2016

El GINGKO, un fósil viviente



Ginkgo biloba en el parque de Bilbao

El Gingko es una reliquia del pasado, un fósil viviente. Es el último superviviente de un género, de una familia e incluso de un orden después de más de cien millones de años.
 
Pertenece al grupo de plantas gimnospermas que estaban extendidas por toda la tierra en el Mesozoico. Es el único representante de este grupo que posee acídulas planas. 

Gingko biloba, originario de China, es un árbol dioico habiendo por lo tanto pies masculinos y pies femeninos. En pocas ocasiones fructifica y cuando lo hace produce unos frutos de aspecto de drupa de unos 3 cm. que cuando maduran exhalan un olor muy desagradable para los humanos por su contenido en ácido butírico. 
Frutos del Ginkgo
Se trata de un árbol caducifolio que actualmente se encuentra ampliamente cultivado por parques y jardines luciendo su peculiar porte y la belleza de sus hojas en forma de abanico que amarillean al final del otoño.  

Es un árbol muy longevo y resistente a la contaminación. Era también mágico y sagrado para los budistas que lo plantaban cerca de sus pagodas por sus propiedades terapeuticas.

Housenbou (Japón): Nuevo templo y Ginkgo superviviente
Pasó a la historia el ginkgo que sobrevivió a la bomba atómica que destruyó toda vida en Hiroshima; el centro budista donde se encontraba, a apenas 1 km. del epicentro de la explosión, quedó arrasado, el ginkgo rebrotó el año después y aún hoy sobrevive.  
Consideraron transplantar o echar abajo el Ginkgo para reconstruir el templo. Se decidió dejarlo allí y ajustar el templo a aquél, así el templo ahora tiene peldaños en el frente, divididos en lados izquierdo y derecho, protegiendo el Ginkgo dentro de esta forma de U. En una placa se puede leer "No más Hiroshima" y plegarias de la gente manifestándose por la paz. 
Se cree que sobrevivió porque, entre los efectos que provoca una explosión atómica, se encuentra la debida a la radiación ionizante, que produce una oxidación en los tejidos vivos que atraviesa dicha radiación.El Ginkgo Biloba es un auténtico fósil viviente, un árbol que existía hace ya cientos de millones de años, cuando la atmósfera terrestre era mucho más rica en oxígeno, y desarrolló sistemas de defensa contra la oxidación que lo salvaron de la explosión atómica.
Cuatro árboles Ginkgo bombardeados con bombas atómicas están vivos todavía. Desde entonces es el símbolo del renacimiento y de la esperanza.

Se ha utilizado desde hace siglos en le medicina tradicional china para los transtornos circulatorios propios de la vejez aunque estudios modernos obtienen conclusiones contradictorias. 
 

Javier Elorza
Fotos obtenidas en el parque de Doña Casilta de Iturrizar en Bilbao.

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