domingo, 10 de junio de 2018

Primavera en el norte de Burgos



El viernes 1 de junio realizamos una excursión botánica al norte de Burgos. Aunque el objetivo era la Merindad de Valdeporres, de camino hicimos un par de paradas.

La primera, en la infraestructura de un desierto polígono industrial de las afueras de Espinosa de los Monteros. Allí queríamos comprobar la presencia del Epilobium brachycarpum, especie del oeste norteamericano  asilvestrada en nuestro país y encontrada por la Sociedad en esta localización hace unos años. Efectivamente ahí estaban numerosos ejemplares aunque aún empezando a salir. En los solares vacíos la vegetación ruderal prospera con ímpetu.

La segunda parada fue, desviándonos unos pocos kilómetros, en Cornejo, Merindad de Sotoscueva. Allí el objetivo era fotografiar el Smyrnium perforatum; lo hicimos y también disfrutamos de toda la exuberancia que esta primavera tardía nos está brindando. 

Smyrnium perforatum
En el rato que estuvimos pudimos disfrutar de la Lactuca perennis que fué abriendose como el día, que se anunciaba lluvioso pero que aguantó.   
Lactuca perennis

En cuanto a orquídeas, seis  especies en los apenas 50 m2 ojeados: Orchis coriophora, Acera anthropophorum, Anacamptis pyramidalis, Ophrys lutea, Ophrys scolopax y Ophrys sphegodes.
Orchis coriophora
Aceras anthropophorum
Anacamptis pyramidalis aún sin abrirse
Ophrys lutea
Ophrys scolopax
Ophrys sphegodes con una mariposa
...la preciosa Macaon
 Entre otras muchas, cómo no

Helianthemum apneninum            Híbrida de ambas              Helianthemum nummularium
Convolvulus cantabrica
Matthiola fruticulosa
Sanguisorba minor
Juniperus oxycedrus subsp. badia 
Thymus mastigophorus

Otras especies: Coronilla minor, Coronilla scorpioides, Fumana procumbens, Leuzea conifera  (cuchara de pastor), Reseda lutea, Prunus mahaleb   (arbusto, cerezo de Santa Lucía), Trifolium glomeratum, Melilotus sulcata, Orobanche gracilis, Geranium pyrenaicum, Arenaria grandiflora, Arenaria obtusiflora, Cerastium boissieri,  Muscari comosum, Muscari neglectum, Stachys recta, Carduncellus mitissimus, Globularia vulgaris, Genista scorpius, Crucianella angustifolia, Onobrychis viciifolia, Crupina vulgaris, Fumana procumbens, Aphyllanthes monspeliensis  (junquillo), Sedum acre, Sedum album, Legousia castellana, y un largo etcétera.
 
La tercera parada fue ya en la merindad de Valdeporres, cerca de Robredo de la Pueblas. Se trata de una zona muy despoblada y botánicamente muy interesante, con gran cantidad de ambientes y comunidades vegetales diferentes. Comenzamos en una ladera silicea absolutamente rebosante de flores. Allí encontramos Arnoseris minima.

Arnoseris minima
Juncus capitatus
Simethis mattiazzii

 ....Chamaespartium tridentatum, Halimium viscosum, Halimium lasianthum, Hypochaeris glabra,  Rumex acetosella …. 

Sin mover el coche pasamos a examinar el arcén de la carretera y la inmediata zona húmeda. Destacaban por su porte la orquideas de las que contabilizamos en total ocho especies de las que sólo repetíamos con la anterior parada la Orchis coriophora; además, Dactylorhiza maculata, Dactylorhiza elata, Dactylorhiza insularis, Orchis morio, Orchis champagneuxii, Serapia parviflora y Serapia cordigera.

Dactylorhiza maculata
Dactylorhiza insularis

Aún empezando a florecer, disfrutamos de la espectacular Menyanthes trifoliata, el trébol de agua
Menyanthes trifoliata
Rhinantus minor

Otras especies: Carex rostrata, Carex paniculata, Salix cantabrica, Ranunculus paludosus, etc.  

Después de comer nos detuvimos a ver una población de Convallaria majalis 
Convallaria majalis
Muy cerca encontramos la Genista sagittalis o la más habitual Melampyrum sylvaticum… en el recorrido por la carretera disfrutamos de la llamativa floración del Viburnum opulus.  

Genista sagittalis
Nuestra última parada es en Busnela; un pueblo en un enclave impresionante. Apenas iniciado el paseo regresamos al coche al empezar a llover, aunque nos dio tiempo a observar una población de Pinguicula lusitanica 

Pinguicula lusitánica
y admirar unos viejos ejemplares de Pyrus cordata  (perales silvestres) y un impresionante roble en la parte más alta del pueblo.

En conclusión, un buen día de observación en el que disfrutamos tanto de las especies poco habituales como de las más frecuentes que llenaban los campos.

Jabier Elorza
Santi Patino
Begoña Zorrakin 

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