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miércoles, 3 de febrero de 2016

Plantas invernales de Bizkaia



Desde el inicio del invierno, la naturaleza, que parecía muerta, comienza a despertar de nuevo después de un corto período. Algunos árboles como el avellano exhiben ya sus amentos masculinos colgantes.


Primula acaulis y Helleborus viridis nos muestran sus flores iniciando el embellecimiento de nuestros montes. 
Primula acaulis
Helleborus viridis
Cerca de la costa Erica lusitanica con sus numerosas y blancas flores engalanan las orillas de carreteras y autopistas y Bellis sylvestris, una margarita mediterránea, crece en abundancia. Entre los narcisos, que son los anunciadores de la primavera, Narcissus tazetta escapada de los jardines, florece llamativo antes que sus congéneres silvestres: Narcissus bulbocodium, N. minor y N. pseudonarcissus.

Durante el mes de febrero, tan temido por su rigor climático pero con la primavera ya mucho más cerca, es cuando florecen algunos árboles autóctonos como Alnus (alisos), Salix sp. (sauces), Populus tremula (álamo temblón) etc. Las alóctonas Senecio mikanioides y Petasites fragans hacen su presencia, la primera cerca de la costa enmarañada entre zarzas y la segunda formando grandes poblaciones exhalando un delicioso aroma.
 
Petasites fragans
Barlia robertiana, esa bella orquídea tan escasa en la provincia, asoma tímidamente sus flores con el miedo de que algún desaprensivo le corte la vida. 

Barlia robertiana
En Monte Lucero, donde el clima es muy benigno, Arisarum simorhinum está en su esplendor al ser planta de óptimo mediterráneo. En algunos años la hemos visto florecida en diciembre.
Arisarum simorhinum

Otras flores autóctonas aparecen por diversos lugares como Daphne laureola, Smyrnium olusatrum, Ranunculus ficaria, Helleborus foetidus, Tussilago farfara, Viola riviniana, Romulea bulbocodium, Hepatica nobilis, Pulmonaria longifolia, Symphytum tuberosum, Scilla verna y Scila lilio-hyacinthus, Thymelaea ruizii, Lathraea clandestina, Asphodelus fistulosus cerca de la costa, Moricandia arvensis, en expansión,

Daphne laureola
Rannunculus  ficaria
Tussilago farfara
Hepatica nobilis
Asphodelus fistulosus
Scila lilio-hyacinthus
Viola riviniana
Helleborus foetidus
Romulea bulbocodium
Lathraea clandestina
y los helechos (Pteridofitas) Equisetum telmateia con sus brotes fértiles que preceden a los estériles, y el diminuto pero no menos interesante Ophioglossum lusitanicum que asoma ya a primeros del año. 
Equisetum telmateia
Ophioglossum lusitanicum
También durante este mes ha estado esplendorosa la mimosa (Acacia dealbata) cultivada profusamente y asilvestrada en este propicio clima.

Por último hacer mención de aquellas flores que se encuentran en Bizkaia durante casi todo el año como Linaria maritima y las alóctonas Vinca sp., Oxalis pes-caprae y la minúscula Cotula coronopifolia que ha invadido parques y jardines del gran Bilbao.

Todas estas primicias de la naturaleza las podemos admirar al mismo tiempo que nuestros montes están cubiertos de nieve debido a este maravilloso clima que gozamos en el Señorío.

Ya en el mes de marzo, antes incluso de la llegada cronológica de la primavera, se produce el estallido floral que lo dejamos para otro capítulo.

Texto: Javier Elorza
Fotos: Javier Elorza y Begoña Zorrakin 

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