martes, 24 de septiembre de 2019

Valle de Valdebezana



Ya muy avanzada la época floral y después de una primavera y un verano con pocas precipitaciones hemos realizado tres salidas al valle de Valdebezana. Este interesante valle está situado en el norte de Burgos, alberga el embalse del Ebro y posee muchas zonas húmedas poco alteradas donde aún persisten numerosas plantas en floración.

Al igual que el resto de zonas húmedas, las turberas han sido consideradas como zonas insalubres, foco de mosquitos y enfermedades, lugares que era necesario sanear mediante drenajes y posteriores roturaciones; las que se mantenían, lo era por interés económico. La sobreexplotación de las turberas como fuente de combustible o para la horticultura y viveros han contribuido a su desaparición. También la extracción de aguas subterráneas para el riego ha  provocado la desecación de estos humedales. La escasez de humedales de estas características provoca la escasez de especies que precisan este tipo de hábitats; consecuentemente, protegiendo estos ambientes será posible conservar estas especies.  

El que visitamos es un valle tan prolijo en taxones botánicos de sumo interés que bien se podía llamar “El Dorado Botánico”; pero, como hemos podido comprobar en estas interesantísimas excursiones, en nuestro caso un tesoro botánico auténtico y visible y no el ilusorio de Lope de Agirre y compañía. Aunque se trata de un tesoro que precisa ponerse las katiuskas y moverse por suelos encharcados poco cómodos para el paseo.


PRIMERA SALIDA  (26 de julio)

Partimos con un día lluvioso en Bizkaia que no lo fue en nuestro destino. El número de especies que pudimos admirar fue tan numeroso que solamente señalamos los más singulares

Potentilla palustris especie boreo-alpina conocida en escasos lugares de la provincia de Burgos. Últimos ejemplares luciendo su preciosa flor y algunos ya con frutos.

  

Pilularia globulifera un curioso y minúsculo helecho (Pteridophyta) catalogado como “en peligro (EN)” a nivel nacional. 

  
 Nymphaea alba y Nuphar lutea, nenúfares distribuidos por numerosos canales de agua y charcas. Tienen escasas citas en Burgos.

Nymphaea alba
Nuphar lutea
 Menyanthes trifoliata o trébol de agua con sus últimos ejemplares en flor pero abundante (en ésta y siguientes salidas) reconocible por sus características hojas. 

Utricularia minor y Utricularia australis hierbas acuáticas carnívoras con una curiosa manera de atrapar a sus víctimas. Las encontramos en flor. Ambas raras en la Península Ibérica.    

Utricularia australis
Utricularia minor
 Drosera intermedia y Drosera rotundifolia, también carnívoras. 

Eriophorum angustifolium o hierba algodonera acabando su floración, formando grandes poblaciones en la zona.

  
Achillea ptarmica, formando una nutrida población. 

Detalles de la   Achillea ptarmica
Otras especies interesantes: Baldellia ranunculoides, Baldellia alpestris, Scutellaria galericulata, Carex rostrata, Cladium mariscus, Juncus tenageia, Carex riparia, Hydrocotyle vulgaris, Polygonum amphibium, Veronica scutellata,  Radiola linoides, Sanguisorba officinalis, Geum hispidum, Salix aurita etc.


SEGUNDA SALIDA  (12 de agosto)

Con el objetivo de continuar sondeando esta interesante zona, en esta segunda visita seguimos inventariando las especies y recogiendo algunos ejemplares para su posterior identificación, al resultar difícil hacerlo in situ. A destacar con respecto a la anterior: 

 Nuevas poblaciones de Pilularia globulifera y de Potentilla palustris.
Los nenúfares y utricularias ya sin flores
Como especies a añadir a las ya encontradas: 
 Myrica gale


Aconitum napellus  amplia población con abundancia de ejemplares iniciando la floración.
Primeros ejemplares de Gentiana pneumonanthe.



Durante un buen rato, un hermoso ejemplar de Emys orbicularis, dortoka istilzalea o galápago europeo, descubierto en uno de los innumerables canales de agua de la turbera, nos distrae del mundo vegetal y monopoliza los objetivos de nuestras cámaras.


TERCERA SALIDA   (7 de septiembre)

En la que será la última visita por este año destaca con respecto a las anteriores:
     Nuevas poblaciones de Potentilla palustris que, según parece, cuenta con abundantes localizaciones por la zona.
Cuantiosa y espectacular floración de la población de Aconitum napellus.


Abundancia de Gentiana pneumonanthe

Y añadimos algunas especies: 
 Lycopodiella  inundata encontrada una población con abundantes ejemplares de esta curiosa y escasa especie de helecho, catalogado como “vulnerable” a nivel nacional.


 Pinguicola lusitanica pasada su época de floración. 
Spirantes aestivalis varios ejemplares en reducidos grupos en una misma pero amplia zona.

·           
Hieraceum umbellatum, compuesta muy rara en la provincia.

·         
Myrica gale, población muy nutrida, conocida con anterioridad y ramoneada por el ganado. 
Viola palustris ya pasada su floración, aún identificable por las hojas.

Seguiremos explorando, seguro que nos aguardan interesantes descubrimientos. Jabier Balentzia,  Joseba del Villar,  Jabier Elorza, Eduardo Miguel, Santiago Patino y Begoña Zorrakin fueron los afortunados participantes de estas excursiones.

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