Nos reuníamos en el puerto de Santoña el grupo que salió de Sestao en un microbús con los que nos iban a acompañar sólo a la mañana.
El puerto de Santoña suele ser un buen lugar para ver colimbos, cormoranes, gaviotas, charranes.... más bien aves marinas. Y en ésas estábamos cuando asistimos al rescate de un colimbo grande enganchado en la pata por un anzuelo y arrastrando una caña de pescar que le impedía alzar el vuelo. Miembros de la salida habían avisado y una embarcación de la empresa Aves Cantábricas de observación ornitológica no tardó mucho en acudir.
Ya pensando en irnos volvieron a enfocarse los telescopios para observar un nutrido y alborotado grupo de garcetas comunes, espátulas, garceta grande y alguna garza real alimentándose de lo que, imaginamos, un cardumen de pececillos junto a la orilla.
¡Al rescate del colimbo! |
Colimbo liberado |
Garzas, garcetas, gaviotas y cormoranes |
Nos entretuvimos así más de lo previsto antes de ir al siguiente punto de observación: el canal de Boo y marismas de Bengoa. En esta zona la observación es más de anátidas y limícolas. El paseo tranquilo, observando, colocando los telescopios, enfocando y avisando qué estaba a vista para que los participantes se acercaran a observar. A ratos las nubes parecían concentrarse y amenazar pero no, el día iba aguantando incluso con ratitos de sol aunque el viento era fresco y se podía ver, al fondo, nieve en las montañas. Llegados al pequeño observatorio hicimos el recorrido de regreso para volver al autobús e ir ahora a la Cantera desde la que se puede observar el pólder y ría de Escalante. No demasiado movimiento aquí pero otro rato entretenidos disfrutando sin prisas.
Ánades rabudos |
Teniendo en cuenta que la pleamar era a las 15:30, habíamos decidido ir a Colindres, comer al llegar en un parquecito, y finalizar la jornada por el paseo de Colindres. No fue posible. Apenas habían llegado los últimos al parquecillo, cerca de donde había quedado el autobús, cuando empezó a llover.
Cambio de planes: al observatorio de La Arenilla. El momento tuppers, bocatas, compartir bota.... dio paso al de dulces y chocolate. Todo el tiempo, eso sí, un telescopio enfocando a los cuatro flamencos, una rareza de este año en Santoña.
Espátulas en vuelo |
Aún quedaba una hora de luz, las nubes se habían alejado y decidimos volver a Colindres y aprovechar el final de la tarde. Aquí la estrella resultó una agachadiza que debía creerse bien camuflada pero que pudimos observar y fotografiar a placer.
Merece la pena destacar que en esta salida participaban personas expertas en aves, habituales observadores, y personas para quienes era su primera experiencia. L@s pajarero@s veteran@s nos iban explicando características, diferencias, curiosidades... Disfrutamos sin distinción de las aves y, como siempre, del buen ambiente reinante.
Aves observadas (por Rosa Benito)
Fotos y videos: Eneko, Lito, Susana, Rosa, Cristina