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Carlos Aseginolaza |
El
16 de enero de este año fallecía en un lamentable accidente, nuestro buen amigo Carlos Aseginolaza Iparragirre.
Carlos
era conocido en el mundo de la Botánica al que dedicó toda su vida, por su
participación como coautor del Catálogo Florístico de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, Claves ilustradas de la Flora del País Vasco y Territorios Limítrofes,
Vegetación
de la Comunidad Autónoma del País Vasco,
etc. y en diversos artículos relacionados con el mundo de la Botánica.
Por sus conocimientos en el mundo de la
informática, también tuvo que responsabilizarse del mantenimiento de las bases
de datos necesarias para la realización de estas importantes obras, tarea que en aquellos tiempos suponía un
ingente trabajo. Prestando así mismo
ayuda y asesoramiento de forma desinteresada, a todas las organizaciones que le
solicitaban.
Por
diversas razones, en aquel momento no encontramos ni el momento ni la forma de
rendirle el homenaje que se merecía; sin embargo, todos los que le conocimos y
convivimos con él coincidíamos en que había que hacer algún acto en su memoria.
Es
por eso, que el pasado sábado 24 de octubre, familiares, amigos, compañeros de
trabajo y colegas que le habíamos conocido desde el mundo de la Botánica, nos
juntamos en el Parque de Pagoeta en Aia, para rendirle un cálido homenaje.
Allí,
en un lugar tranquilo y resguardado del parque, dedicado a las especies
protegidas del País Vasco a las que él tanto tiempo dedicó, familiares, amigos
y compañeros de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con Iñaki Aizpuru como
responsable, hablaron de diversos aspectos de la vida de Carlos, de su
carácter, sus gustos, su amor a la naturaleza y de su buena disposición con
todo aquél que lo necesitara.
Posteriormente
entonamos algunas canciones, que hablaban de valores y gustos que él siempre
tuvo presentes, y que seguramente a él también le gustaba cantar, y luego
nos acercamos hasta un banco de madera que había sido colocado en su memoria y
sobre él, una
placa con su nombre y un verso le recordarán para siempre y desde donde podrá
seguir contemplando esos paisajes y ambientes con los que tanto disfrutó a lo
largo de su vida.
Y
ya para acabar la jornada, qué mejor que una visita guiada al arboreto del Parque,
de la mano de Joseba Garmendia (al que Carlos Aseginolaza ayudó en sus inicios
en el mundo de la Botánica y que nos habló de las especies protegidas presentes
en el parque) y de Paco Garín, “alma mater” y artífice de este gran arboreto
que cuenta con varios miles de especies de árboles y arbustos y que nos mostró
algunas de las especies más interesantes de su colección de robles, que alcanza
así mismo varios centenares de especies.
Finalizada la visita, nos dirigimos a un restaurante próximo, donde acabamos
la jornada con una comida y un ambiente entrañable en el que no faltaron las anécdotas
y alusiones a nuestro buen amigo Carlos, volviendo a nuestros lugares de origen
con la agradable sensación de que, además de nuestras afinidades en el mundo de
la Botánica, percibimos una entrañable solidaridad entre todos los que
participamos de ese pequeño universo.
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De izd. a dch. Santi Patino, Jabier Balentzia y Javier Elorza | |
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